RECONOCER LA HUELLA DE UN SER EN TU VIDA

Da igual que la huella proceda de una persona o de un animal. Cada ser tiene su función en tu vida. Y hoy me he dado cuenta de lo importante que es reconocer el aprendizaje adquirido mientras ese ser sigue a tu lado.

Me pasó con mi perra Vega. Durante los doce años que pasamos juntas, de los trece que vivió, fui consciente de todo lo que me estaba enseñando e intentaba imitarla en todo aquello que admiraba de ella. Algunas cosas tuve que reconocerlas como mías, pero no las valoraba ni apreciaba si ella no me hacía de espejo. Y en ocasiones me percataba porque mis amigas me decían que éramos iguales. Curioso, ¿no?

A veces valoramos actitudes o aptitudes en los demás por querer implementarlas en nuestras vidas sin darnos cuenta de que ya las tenemos, pero nuestro miedo nos impide mostrarlas al mundo, materializarlas en este plano físico.

Creo que si somos capaces de aprender a ver lo que "el otro" nos trae, las separaciones son menos dolorosas. Tanto si se trata de una muerte o de un distanciamiento. Todo ocurre en el momento adecuado y, si sabemos verlo, el dolor no llega a convertirse en sufrimiento, sino en agradecimiento. Aunque el apego a veces nos haga estancarnos en ese "soltar" tan necesario.

Es como reconocerte a tí mism@ en voz alta que ese ser ya ha cumplido tu función en tu vida y tú en la suya. Y ello no implica quererle menos.

Hoy doy gracias a Vega en primer lugar, y a todas las personas que han dejado su huella en mi vida: amig@s (gracias Yoli), familiares, compañer@s de viaje en definitiva.

Gracias, gracias, gracias 🙏👣🐾